A 8’ 18“ del sol
Un ensamble de gestos cíclicos alrededor de la luz. La instalación principal comprende la danza coreográfica de cuatro persianas metálicas que suben y bajan de manera programada. Las persianas se angostan a la medida de la sala hacia un punto de fuga desde donde emerge una luz encendida, amarilla y vibrante. La luz se filtra entre los intervalos metálicos componiendo imágenes fugaces que nos acercan o alejan de la fuente. La cercanía con la luz enciende el entorno y altera la percepción visual hacia una monocromía que absorbe todo valor volviéndose uno.
Las capas metálicas velan y desvelan la fuente lumínica como el paisaje deseado, acentuando el tiempo como cualidad inherente a la luz; el tiempo como viaje y recorrido, ciclo vital que pulsa en todo lo sensible. La composición sonora producida por el movimiento de las persianas evidencia la mecánica del ciclo como acto.
La energía que digita el dispositivo se halla en un cubo metálico en la siguiente sala, un núcleo que es cerebro y corazón.
Música inspirada en la antífona O Pastor animarum de “La sinfonía de la armonía de las revelaciones celestes” de Hildegard von Bingen.
Voz: Anahí Fernández Caballero
Técnica y co-producción: Eric Sauerhering
Teleférico
En la obra Teleférico, un parlante asciende y desciende por una varilla metálica durante 8 minutos. El dispositivo reproduce una voz que modula su sonoridad en su desplazamiento del suelo al cielo.
La obra replica a modo de homenaje la operación utilizada por Alvin Lucier en “I am sitting in a room”, en la cual él graba su propia voz narrando un texto para, luego, reproducir la grabación en la misma sala y grabarla nuevamente. Lucier repite este proceso múltiples veces hasta que las palabras se vuelven ininteligibles y sólo quedan audibles los armónicos resonantes de la sala.
Para esta escultura sonora, la voz de Camila Pose recita un fragmento de su poema escrito para la instalación "A 8’ 18” del Sol.
Juan Sorrentino