Esta distancia astronómica, pero cercana, era la que iba a ser confinada a un espacio de arte. La instalación toda, pesa media tonelada, aún usando el hilo más fino que encontré, de color negro. Fue simplemente disponerlo en el espacio, sin ninguna pretensión especial, ni muy amontonado, ni muy esparcido ni muy redondo ni muy cuadrado.